- ¡Si seré imbécil! ¡Si seré imbécil!
- Bonito día, ¿verdad?
- ¡Mierda!
- Te lo había dicho. Tú crees que quería tomarte el pelo, pero las de ojos azules son las más difíciles.
- Pero ¿por qué? Tengo que hacérselo entender.
- No pienses en eso. Con los sentimientos no hay nada que entender. No puedes hacer nada.
- ¿Has creado tú el mundo?
- No es por quitar el mérito al Señor, que lo hizo en dos o tres días. Yo hubiera tardado un poco más, pero algunas cosas habrían salido mejor.
- ¿Lo ves? Tienes una respuesta para todo.
- Quiero hacerte feliz, Totó. Te contaré una historia. Sentémonos un momento...



Una vez un rey celebró una fiesta a la que fueron las princesas más bellas del reino, entonces un soldado que hacía la guardia vio pasar a la hija del rey. Era la más linda de todas y se enamoró de ella enseguida. Pero, ¿qué podía hacer un pobre soldado con la hija del rey?.

Un día consiguió hablar con la princesa y le dijo que no podía vivir sin ella. A la princesa le impresionó tanto su sentimiento que le dijo al soldado:

- Si consigues esperar cien días y cien noches bajo mi balcón, al final seré tuya.

Tendrías que haberlo visto. El soldado se fue allí y la esperó un día, dos, diez, veinte; y cada noche ella le observaba desde la ventana, pero él no se movía. Con lluvia, con viento, con nieve él siempre estaba ahí. Los pájaros le cagaban encima, las abejas se lo comían, pero él no se movía.

Después de noventa noches estaba transformado, había adelgazado mucho y estaba muy pálido. Le resbalaban las lágrimas de los ojos y no podía contenerlas. Ya no le quedaban ni fuerzas para dormir. Mientras, la princesa seguía observándole.

Al llegar la noche noventa y nueve el soldado se incorporó, tomó su silla y se fue...


14 comentarios:

Maria del Sur dijo...

puedo ponerme digno y decir...

Julia dijo...

Hola Ale!

Aunque he visto el video a trompicones..., qué hermoso, esos instantes de pasión que arremolinan a cualquiera.
Andabas algo perdido...Se te echaba de menos. Bueno yo también. La vuelta al trabajo, es difícil sacar tiempo. Pero se busca para visitar estos rincones que enganchan.

Un beso y no te demores mucho.

Castel dijo...

como esos soldados quedan pocos!!!

un ejemplo de honor!

saludos

Quijo dijo...

A veces tardas tiempo en darte cuenta que esperar a alguien que no nos merece, no vale la pena. Un beso Ale!

Lali.V dijo...

Tu pedacito de película llegó para llevarme en el recuerdo a momentos muy hermosos.
No se qué decirte más que Gracias Ale, y que se extrañaba leer tus letras de ilusión y enamoramiento utópico y al mismo tiempo real.

[con los sentimientos no hay nada que entender] es algo que mi cabeza se empeña en descifrar sin éxito. Esperando que me de un poquito de paz.. jaja

Un abrazo grande :)

Miriam dijo...

Volviste Ale, que bueno!! No puedo ver el video con sonido pero volveré, sabes es madrugada y todo duerme menos yo!
Besos

pily dijo...

che ya se te extrañaba!!

el video ya lo vi alguna peli pero no puedo recordar cual es...

el cuento precioso.. cada uno tiene sus tiempos...

pily dijo...

ahhhh cinema paradiso!! no dije nada no dije nada

celestecielo dijo...

es bueno esperar las cosas buenas de la vida, darle tiempo a cada cosa, buscar el momento...
pero tambien saber que cuando se da la oportunidad no hay que dejarla pasar.
esa princesita no supo ver que el momento era ese y no otro. que el amor estaba golpeando la puerta, y ella debia abrir. que como dice el dicho no hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy!

^-^

Syan dijo...

Ese cuento refleja muchas cosas ciertas.
Y la verdad, es parecido a cieeerta situacion q una anda viviendo, pero no puede salir de ella
besote ale

BB dijo...

no merecia tener a esa persona a su lado.. para que si en ningun momento lo considero, se preocupo por su estado... cuanta smilitud tiene con muchos de nuestras vivencias verdad?

besos ale

Natalia dijo...

A menudo la inminencia de la concreción del deseo apaga el deseo, no?

ccccc dijo...

Hasta que el soldado se canso y se dio cuenta que no valia la pena. Bien hecho.

Luna dijo...

Gracias por el recuerdo de Cinema Praradiso.
Se extrañaba tus letras, te lo dije. El cuento tiene una lectura demasiado simplista. En la vida real, los roles no son tan claros, los malos (en este caso la indiferente princesa) no son tan malos y los buenos (el sacrificado soldado) no son tan cándidos. Somos grises , ni blancos ni negros. Somos humanos viciados de equivocaciones, de egoísmos y miedos.
Besos