¿Dónde quedaron los blogueros o bloggers o personas que escribían en blogs? ¿Dónde están esos sentimientos que antes se desmenuzaban en letras inertes, en poemas inequívocos, en catarsis llenas de sentimientos y desasosiego? A veces vuelvo por estos lados, miro comentario que me han dejado, voy a visitar sus blogs... y me encuentro con telarañas de tiempos mozos, de agonías, de algarabías... en fin, de sentimientos. De vida.

Y la verdad que se extraña bastante esa sensación.
Sensación de saborear la vida, de querer describirla, de exorcizar fantasmas, de poder llegar a alguien más con nuestros desencuentros y aciertos. ¿Dónde estará todo eso ahora? Porque no me creo que hayamos dejado de sentir cosas así, sólo ha cambiado el medio o en todo este trajín de prisas y vorágine nos dejamos de mirar a nosotros mismos para contemplar a alguien más.

A algunas personas que solían escribir en estos espacios las sigo por otros lados, por otras redes, con algunas charlo por mensaje, a otras les perdí el rastro. Pero sé que el sentimiento que llena sus días sigue latente ahí. Lo que no sé es cómo lo exorcizan. Yo mismo me encuentro muchas veces en esa situación. Me pasan cosas y me pregunto: ¿por qué ya no las escribo en el blog?. Y no doy con una respuesta certera, sino con vacilaciones.

Creo que vivimos demasiado apurados ahora, que toda la interacción que tenemos se traduce en dos aplicaciones populares dueñas de la misma empresa (te hablo a vos, Facebook, dueña de Instagram y WhatsApp), que nos olvidamos de los espacios con su propia personalidad, con colores propios, llenos de detalles nuestros, de vivencias únicas, de diferencias. Ahora todo es igual, es el mismo formato para todos, la misma mecánica, el mismo botoncito de corazón para decir algo que se olvidará en minutos.

Pero acá, en este espacio, las conversaciones podían alargarse, dar lugar a otros escritos, interactuar de mil maneras distintas. Quizás sueno a típico personaje que vive de épocas pasadas pero no sé, creo que hay algo mágico en esto del blog y que se ha perdido completamente. Que ahora no es momento de bloguear. O tal vez todo lo contrario, quizás sea el momento más indicado.

Esta reflexión pasajera y voraz de esta noche de sábado no va a ningún lado. Sólo a terminar este vaso de cerveza que se evapora con el calor y a mi alma pidiendo a gritos un poco de atención. De la buena, de la de entonces. Aquella que eclipsaba momentos y horas de mi vida dedicados completamente a ella.

Ya habrá tiempo.
Tiempo.

Que creemos que nos sobra y cada vez nos falta más.

11 comentarios:

Sara dijo...

Sí, la verdad es que quedamos muy pocos y se echa de menos. Supongo que al final el futuro es la extinción. Personalmente, escribo como una forma de mantenerme activa, pero ya no queda apenas nadie al otro lado y es triste... Al menos, quedamos unos pocos jeje

Ale dijo...

Ahí tengo mis dudas, no sé si está destinado a la extinción. Creo que algún día volverá. Lo que pasa es que no sé si esta plataforma, Blogger, será la que se imponga.

En fin, vos siempre estás Sarita :)
Un beso!

Laura dijo...

Hola, entiendo ahora lo que decías del tiempo dedicado al blog...
También he de decir que casi no me enteré del paso de los años...
Espíritu joven, supongo 😉
Saludos y chusmeos.

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Ale!! Cómo me alegra leerte por aquí. :)

Franco dijo...

Ale, a medida que leía iba reconociendo esa realidad como si lo hubiera escrito yo. Hacía seis años que no publicaba nada, hace un año quedé en un intento nomas.
Y casi inconscientemente volver a blogger es pasarme obligadamente por acá.
Me quedó pendiente alguna juntada en persona o ir a verte a un bar, quizá te voy a ver por aquellos pagos cuando mi nueva normalidad sea nueva en serio.
Abrazo!

macarena* dijo...

¡Ale volviste! creo que yo también estoy en eso!

Recomenzar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Recomenzar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Val... dijo...

Todos los q tuvimos bloggs, siempre nos pegamos una vuelta a ver si algo cambio por arte de magia... La posibilidad de q cualquier cosa q pensamos se la digamos a Don Face.... Le roba el protagonismo a sentarnos a escribir, a realmente escribir aca. Pero q nunca se pierda el gustito de pegarse una vuelta!!

Andrea dijo...

Me sucede lo mismo, pocas veces me he encontrado con escritores que sigan activos en sus blogs. Ni yo misma lo soy, pero se extraña, ese diario virtual de desahogo emocional, ese espacio secreto que calma nuestra alma. Intento volver, voy lento pero vuelvo, porque necesito escribir. Me alegra saber que sigue habiendo voces gritando a todo volumen (el de las letras) que seguimos aquí.

Emilia Gutiérrez dijo...

Es raro, pero yo cada tanto vuelvo. Es como volver a la habitación de una casa en la que ya no vivo más. Me produce nostalgia. Y nunca me adapté a las nuevas redes sociales. Allí, siento que sólo generó más ruido y no soy auténtica. Mi escritura es eso. Escritura de largo aliento, no una historia que vence en 24 hs y que sólo genera más ruido, que no le deja nada a nadie. Numerosos zombies que ya no miran alrededor y que postean cosas pero con nadie se encuentran. Ojalá vuelvas, ojalá volvamos. Mientras tanto, un abrazo.