Acá es donde vivo.

Nací en Buenos Aires, en un barrio tranquilo, en tiempos contradictorios.

Siempre me costó estar demasiado tiempo lejos de casa, hubo veces en que la desilusión fue grande y el engaño me dolió tanto que ya no veía el sentido de estar acá, pero si me preguntan a la distancia, quedaron con vida los buenos recuerdos, y por suerte los buenos recuerdos son muchos.

Creo que somos demasiado nostálgicos, quizás es la versión porteña de la pasión latina, pero nos gusta así.

Siempre encontré en Buenos Aires su costado poético, nos encanta pensar en un misterio escondido, caminando en las calles de San Telmo, sonando en un bandoneón del Abasto, pintado de colores en La Boca. El misterio de Mujica Láinez y el espanto en la pluma de Borges. Todo lo podemos pensar.

En cualquiera de los casos, lo lindo y lo feo se lleva puesto. Buenos Aires, el gen del tango y del mate, la piel gris, el alma bohemia, la noche eterna y el barrio encarnado hasta la última esquina.

Y pese a todo seguimos estando acá y no tengo otra manera de pensar en casa. Aunque quede poco misterio y mucho espanto, y la raya que los separa, querida Buenos Aires, la conciencia me habla, y eso se llama miedo o algo que se le parece demasiado.

Y la verdad duele, porque la ciudad es muy mía, son las mismas esquinas en donde jugaba y las mismas calles que anduvimos en bicicleta, y las avenidas que caminamos de madrugadas, mi plaza, es la cuadra del club, el almacén del gallego, la panadería de la vuelta y la vereda del colegio. La escenografía imperfecta de los recuerdos perfectos.

Tengo miedo, o algo parecido, de los lugares que tanto quiero, y me da mucha bronca tener miedo, pero no lo puedo evitar.

Miedo a la noche, a las sombras, a las luces, a los ruidos, al silencio. Miedo a que no haya nadie, miedo a los otros…

Miedo a estar, y ya no estar más.


Foto: An

3 comentarios:

Paus dijo...

Me quedo con esa ultima frase...
La eternidad se atesora viviendo cada momento con intensidad...
Yo destierro mis miedos,sintiendo que cada momento es el mas sublime que puedo tener,disfrutando.
Buenos Aires siempre sera una mezcla perfecta de momentos imperfectos,pero aun asi imposible de olvidar.

.A dijo...

miedo a que te vayas.. o me vaya , y cuando vuelva ya no estes

Noa dijo...

Uh, mira, ¡un Starbucks! :B.
Siempre me encantaron esas carreteras. <3 Buenos Aires tiene que ser precioso, Ale.