Ansío llegar al extremo, al fin del dolor, de la angustia. Al lugar donde uno dice "basta!" y se desgarra el corazón por saber que más triste y desilusionado de la vida que en este momento no se puede estar. Ese sabor a derrota tan grande que nos da lugar a un comienzo. Putear hasta el íntimo detalle de nuestro ser y llorar hasta el fin de las lágrimas. Agotar todos los recursos, todo la paranoia, todo el vacío.

Pero nunca llego.

Noche tras noche la tristeza me inunda más y más, y nunca llego al fin. Nunca llego a debarrancarme del todo, a terminar con este vacío constante que se repite una y otra vez, que se destila a través de mi respiración. Que se relame con mi angustia. Ya ni llorar logro, ya no sé de qué lado manotear este naufragio. Es dormirme y despertarme con la misma idéntica y exacta sensación. La de nada... la de seguir con lo mismo y no encontrar una mierda que me llene. No poder disfrutar de nada, absolutamente de nada de lo que tengo... que sé que es mucho. Y a la vez no lo sé parece.

Quiero sufrir más, pero para que de una vez por todas yo mismo pegue el grito de auxilio a mí mismo y quiera cambiar las cosas. Quiera hacer algo con mi vida. Que está tan llena de muerte. Realmente perdido. Sin saber para dónde estoy yendo, sabiendo conscientemente que malgasto cada mísero día. Que no río, que no disfruto de la compañía de nadie, que no quiero ver a nadie, que no quiero verme ni a mi. Pero no puedo, me veo todos los días y lo que veo lo odio, me da repulsión.

Y nunca llego al límite, nunca termino de explotar, de hundirme. Y mientras no llegue no va a cambiar nada, porque solo sabemos cambiar las cosas cuando todo se vuelve una descarga... cuando sabemos que no podemos ir más abajo que eso, que tocamos fondo. Y no lo toco, estoy siempre parado en el mismo instante. En nada, en nadie. Estoy escribiendo esto cuando hace 20 minutos me metí en la cama para dormirme, porque quiero dormirme y dejar de pensar un solo segundo. Pero di vueltas los 20 minutos con ganas de llorar y ni siquiera eso pude. Y acá estoy despierto con toda esta mierda que no me la saco de encima, que nunca termina de ensuciarme.

En algún momento de mi vida creí en Dios... algo que ya no hago. Y me alimentaba de eso cuando todo estaba mal, era la famosa fe que le dicen... que aunque exista o no, nos ampara. Y hoy quisiera tenerla otra vez, porque al menos así sabría a quién pedirle algo... a quién pedirle que me ayude a salir de esto. Pero la verdad que no siento que nadie esté ahí para escucharme, que solo soy yo conmigo mismo. Y no sé, no puedo... no sé cómo terminar con esto. Porque estoy todo el tiempo pensando en qué no voy hacia ningún lado, en que nada tiene sentido. En que quiero desaparecer de la faz de la tierra.

Yo no sé por qué siempre se adueña de mi esta sensación, tarde o temprano. Puedo estar un tiempo bien para luego estar años mal. Ya no siento nada. Ni por qué reír ni por qué llorar. Hasta me siento a escribir cosas y clavarme el puñar a mí mismo para sentirme mal, para poder sentir algo. Y no siento nada. Y es lo peor. Porque sintiendose mal uno llegaría al fondo del que hablo, al límite donde querer sentirse bien. Y si nos sentimos bien, ya habrá tiempo para sentirse mal y caerse y volver a empezar. Pero yo no siento nada. No voy ni para arriba ni para abajo. Estoy acá. Igual que ayer, y que hace 1 mes, y que hace 1 año. Y que hace 3. Y que hace más...

Y siempre es la misma historia, las mismas palabras escritas. Si releo toodas las cosas que escribí alguna vez, son todas lo mismo. En todas hablo, alguna veces de forma visible y otras no, de lo mismo. De este vacío que llevo conmigo día tras día. Y ya ni se por qué lo tengo. Simplemente me siento así. Y ahora al terminar de escribir esto que me causa cansancio y me deja en knock out vuelvo a la cama, donde tal vez ahora sí logre dormirme. Porque me agota angustiarme por esto y termino largando las lágrimas que antes no estaban. Pero mañana ya sé que volveré a no poder dormirme, y como todas las noches tendré que releer algo que me haga mal o escribir, o lo que sea que me deje de cama. Y juro que estoy harto de esta mierda. Pero nunca llego al quiebre necesario para cambiarla.

Hasta cuándo me pregunto. Hasta cuándo...

7 comentarios:

laus dijo...

hay hay hay carilina... estoy desde hace media hora pensando en que decirte pero ya hablamos mucho... y no hay más que decir simplemente, silencio...
en un rato te llamo y te reto u_u

sabes que tengo un paquete entero de carilinas para vos, no? :)

te quierop

Jaki dijo...

No sé por que hoy me dio por pasar por aqui, y regresarte un poco del tiempo que me has dado leyendo alguno que otro de mis textos... No sé por qué hjoy, que realmente tus palabras me suenan crudas y realistas, porque he pasado un día de los malos.
Dificil explicar los sentimientos, yo me valgo de mis versos para eso, pero no es el momento tampoco..
Creo comprender esa sensación de vacío de la que hablas, y según tus palabras tuve la suerte de haber tocado fondo, un fondo demasiado profundo, del que creí no salir nunca, sin embargo, aquí estoy.. y en mi experiecia personal me sirvio apra comprender que quizás no es necesario llegar tan hondo para intentar escalar a la superficie.
No sé si mis palabras sirven de algo, pensandolo dos veces creo que hasta resultan absurdas a la situacion, pero que se yo..
Quizas no es que no haya nada, sino que esta todo dormido.. Yo lo miro por ese lado.
En fin, desubicacion? Quizás. Correre el riesgo y dejare mi comentario. Saludos.

maria.antonieta dijo...

Realmente me dejaste sin palabras. Aveces es bueno sacar todo hacia afuera..
Besos desde acá!

Molly Jones dijo...

Buen dia caballero :)
realmente me siento avergonzada de devolver este msj tan tarde..es que..estuve un poco ocupada (colgada en boludeces dicho mas sutilmente)..i bueno, recien ahora estoy RE-apareciendo por aquí.

Le dejo mis saludos..i volveré a pasarme, no le queden dudas.

Un gusto

lala dijo...

dicn q es cuando uno toca fondo, pero en la practica... fondo se toca muchas veces... t entiendo.
un dia a la vez. besos.
pd. si soy, no deliras. pero sh!

Anonymous dijo...

Pufff...no sé que decirte Ale, me dejaste sin palabras, como siempre que paso por aquí (que aunque no te comente, paso).
Yo también tuve esa sensación, de estar con el alma congelada, bajo 100...estuve mucho tiempo así, hasta hace una semana aproximadamente.
Y lo hice yo misma, nadie me ayudó, es cuestión de mentalizarte que si no hay ningún factor externo que te haga estar o sentirte de esa manera no tiene porque sentirte así...a mí me costó...pero bueno, vuelvo a estar al pie del cañón.
Lo mío era por amor, y decidí que ya era hora de abrir los ojos, de ver que su corazón ya no me pertenecía, que él ya no era mío, que quizás nunca lo había sido...
Y me lo dije a mí misma, hasta en sueños, todos los días, todos los momentos, y la herida ya no me duele casi...

Pruébalo tú también.

¡Fantástico leerte de nuevo!



Un abrazote y muchos ánimos :*



por cierto, soy deliriodelsur; es que no me deja ingresar >.<

Talleyrand dijo...

se me puso la piel de gallina