La sinrazón de otras veces, envolviendo en tus susurros un tiempo perdido. Yo no sé en dónde quedaron las promesas que nos hicimos, en que baúl guardamos todos los secretos... qué fue lo que pasó que tiramos todo sin dudar. Dejaste en la alfombra tu sombra a medio partir, te fuiste para regresar, me besaste para no hacerlo más. Y con el instante de tu huída quedó poblada la habitación, ensimismando los refugios voraces de no tenerte entre mis brazos.

La misma melodía recorre de punta a punta tus silencios, de la manera más ruin y brutalmente masoquista. Yo no tapo mis oídos porque quiero sentir en carne propia tu desprecio, para odiarte, para despojar de tu vida la mía. Sin saber que jamás la tuve, porque antes de pedírtela ya me la habías devuelto. Y en ese instante mismo, volviste a aparecer.

Solo que esta vez yo ya estaba cansando de esperarte entre el amanecer...

2 comentarios:

Mekans dijo...

Y el agridulce sabor de la ausencia...

(Hubiera jurado que te había dejado un comment. ¡Santos rayes mentales, Batman!)

Besotes, roñoso! (Sí, vos también, porque sí)

laus* dijo...

te fuiste a hacer café y yo estoy en blanco pensando algo inteligente para comentarte... pero, vos mismo me dijiste que yo no tengo que pensar, asique esta vez te hago caso =D
es como que haces magia cuando escribís ale, enserio, porque varios hacemos catarsis a través de tus palabras... y me alegra poder hacerlo...

te adoro mucho carilina...
y gracias por ser así conmigo =)