En dónde estará. Ese que se ilusionaba con los primeros acordes de una guitarra, el que llevaba la cuenta de los días y los minutos por venir. El que caía por la calle por andar distraído en los ojos de alguna vecina. El que iba menos serio, más risueño, con todo por lograr. El que teñía de verborragia los rincones por la emoción que lo embargaba. El que no tenía miedo de jugarse el todo por el todo.

En qué rincón se agazapó, se quedó a la deriva. Por qué calló ante la belleza y dio un desaire a lo auténtico, implosionando sus alegrías. A veces lo busco, revivo viejas fotos, intento dilucidar en su mirada algún sueño muerto que no se dio. Encontrar en añejos papeles una palabra que lo defina todo, que me de el por qué se oxidó. Que me de la certeza de cambiarlo todo.

En ocasiones las personas quedamos tan marcadas por situaciones que sin querer nos vamos arrastrando al resto de la manada, como si no tuviéramos personalidad, pero creyendo que la única es la nuestra. Y nos apagamos un poco. Porque no encontramos el abrazo que nos devuelva la paz, la caricia que despoje la mente de preocupaciones, la angustia de saber que hay que hacer para ser feliz. Como si hubiera algún manual que no leímos, como si todo se fuera por la raíz.

Yo quiero encontrarlo. Decirle que no todo está perdido, que intente encontrar al Sol y le ofrezca un mate, como un mutuo acuerdo de no agresión. Que hagan las paces. Que no pierda ese color. Quiero que mire el espejo de su casa y no tenga que sonreír para verse bien, sino que ya esté sonriendo al reflejarse. Que tararee las canciones que lo convertían en un molesto transeúnte por la acera que fuera. Que no tenga miedo de mostrarse feliz con sus días, que nadie puede arrebatarle esa sensación ni con malas noticias, ni con desastres universales, ni siquiera con un apagado apretón de manos.

Quiero creer que si me lo sigo preguntando es porque todavía hay esperanza. Porque todavía creo que se puede. Porque es sólo una decisión, un deseo, un cajón vacío donde meter las inseguridades y cerrarlo para siempre. Mientras tanto el resto del mundo se cae a pedazos y sólo veo ceños fruncidos, apagones de sentimientos y la ciudad -ya gris con su asfalto- no cambia su color ni con la primavera más radiante. De repente todo es lúgubre y sólo desentonan algunos locos que viven con la pequeña seguridad de que mañana todo estará mejor. Difícil no querer contagiarse de esas ganas.

Lo he escrito muchísimas veces, y es que debe ser cierto. La vida es hermosa, simplemente hay baches en los que no encontramos ni un rastro de su belleza. Pero es por no saber mirar, por no sacarnos la coraza y arriesgarnos a salir lastimados. Es por no animarse a mirarle la cara y entregarle un abrazo completo de paz, porque nos aterroriza que no nos extienda los brazos. No importa. Hasta el aire más superfluo necesita de unas manos que lo sepan acariciar.

Quiero, quiero, quiero. Quiero sonreír con la sonrisa más blanca que pueda existir, y que el pecho lata a mil revoluciones por hacerlo. Dónde estarás cabrón. Por qué te apagas nomás despertar.

7 comentarios:

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Qué decir amigo, ojalá lo encuentres pronto...Mientras tanto, "pa´lante" y un fuerte abrazo!! :)

Mica dijo...

Ale antes que nada gracias por tus hermosas palabras, siempre es importante valorar las cosas lindas de la vida, es como decis vos, no todo va a ser lindo, hay "baches" pero lo importante es saberlos saltarlos y si nos caemos en el intento, es bueno saber levantarse, a nunca perder la esperanza, "Y si algo aprendimos en el mundo es que el mejor momento aún no vino, está por llegar. Confía."

Maru dijo...

ay Aleeeeeeeeeeee!!! Tanto tiempo!!! pasame tu mail asi te paso mi nro y estamos en contacto, ya que no tengo fb... Besos, y que espero que ande todo bien :) Espero novedades tuyas

Unknown dijo...

Ufff.. vamos que se puede! Te puedo decir en poquitas palabras que me uno a tu cruzada. "Para qué nos caemos? Para aprender a levantarnos!"

Ando perdida, mucha letra escondida en mi cuaderno.. mucha introspección, mucho egoísmo para con los pocos locos que todavía me visitan por acá. Pero sigo tirando, capaz un poco menos letras y un poco más pinceladas.
Cómo te trató Córdoba en diciembre? Espero que como esperabas o aún mejor! De dónde sos Ale? Te paso mi face, agregame! https://www.facebook.com/laliviara

Beso grande :)

Inquieta Manía dijo...

Querer y saber que se puede es el primer paso y el más importante. Hay que hacer fuerza, bancarse esta sensación de estar medio muerto, pero tener siempre los ojos abiertos, porque las cosas lindas empiezan a aparecer de nuevo. Y de a poco, todo va pasando y uno va volviendo a ser lo que quiere ser, y como quiere ser. Yo desde acá te mando un abrazo grandote!

(andrea) dijo...

La vida es bella. Solo hay que salir al sol a recordarlo. Es una elección, y un momento.

(andrea) dijo...

La vida es bella. Solo hay que salir al sol a recordarlo. Es una elección, y un momento.