El frío de este otoño que recorre el cuerpo de punta a punta, mientras pongo el agua para unos mates y vos me pedís que le agregue un poco de café. Nunca me gustó el frío, pero últimamente noto que no me gustaba por no tener con quién compartirlo. Los domingos odiados desde siempre ya toman otro color, distinto a la penumbra que me despertaba al amanecer.

Parece ser que las cosas que uno siente respecto a situaciones, tienen mucho que ver con la persona que las transitás. Y si entonces las cosas feas se transforman en otras, qué bueno tener este frío apagándose en la curva de tu cintura. Y saber que todo va a estar bien, y saber que los días más helados tal vez hiervan de amor.

1 comentarios:

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Feliz al leerte y saber que estás así!! Un abrazo!!!! :)