Siento que desde hace tiempo estoy perdiendo la humanidad que llevaba conmigo. Sonrojarme, ilusionarme, sensibilizarme, encontrar en los detalles la magia del Sol amaneciendo. Cosas que me diferenciaban del resto, que me mantenían absorto en silencio contemplando mi vida, y la de los demás. Dejándome tocar por las felicidades ajenas, haciéndolas propias. Y hoy, quiero sentirlas, impregnarlas en mí pero me cuesta traducirlas en sensaciones. Hace tanto que no lloro. Ni por dentro, ni por fuera. Estoy seco. Como si ya no me permitiera el dejar que las cosas me afecten, como si estuviera mejor así, ausente.

Hasta me cuesta escribirlo. Y eso me asusta. Porque me lleva hacia el rumbo que jamás quise darle a mi vida, ese en el que soy sólo una roca sin que nada la perturbe. He ido al mar en este mes y medio más de una vez, a ese hermoso mar que me conectaba con lo más profundo en mí, y no sentí la misma conexión de entonces. Es como si estuviera apagado por dentro, asustado, absorto en nada. Ultimamente siento que estoy tan lastimado por dentro que llegué al punto de defenderme antes que algo suceda. Hace muy poquito recibí una noticia hermosa que no pude disfrutar como me hubiera gustado. Y alguien se largó a llorar, y yo lo miraba como diciendo 'por qué yo no puedo?'. Y esto me pasa con todo. Estoy pero no estoy. Ausencia total.

Más pasa el tiempo y más me alejo de quien era. Me desconozco, y no me gusta esta sensación de no poder largar lo que me pasa. Hasta extraño el sentirme deprimido, porque al menos ahí lloraba y me sentía más humano. Ahora me siento indiferente, inerte. Acabado.

4 comentarios:

ailu dijo...

Hace un tiempo me sentía igual que vos, justamente hace 1 año. Quería sentir y no sentía nada. Quería que alguien me lastime por lo menos y nadie me lastimaba, ni tampoco nadie me hacía sonreír. No pretendo darte consejos porque la verdad nunca me salió ser buena aconsejando, pero sí te voy a decir lo que yo hice, y fue solamente dejar que pase todo eso solo. Sentarme a escribir lo que me pasaba, o salir a caminar sola. Nada más. Y ahora ese sentimiento de no sentir nada no está más, a veces viene de a ratitos a molestarme, pero es un segundo. Suerte.

Anónimo dijo...

Ale! pienso que son etapas, nada es estático, nada permanece, todo cambia. Quizás es necesario que pases por esto (aunque sea incómodo para vos) para que surjan cosas nuevas en tu interior. Entiendo lo que te pasa, muchas veces sentí lo mismo. No le temas al vacío, pronto vas a ver una luz. Quizás ya está en vos en la forma de esta trasformación que estás viviendo. Te abrazo fuerte! un besaso

Anónimo dijo...

Sé de qué hablás. Se llama crecer.

Maris dijo...

Apagado... es lo que me dijiste hace un par de días y acá describís lo que siento sin haberte dicho nada.
Creo que son etapas, momentos de cambios profundos que no sacan de esa "rutina" de vida que llevábamos antes y como si vieramos con nuevos ojos todo lo que nos rodea, todo lo que sentimos y hasta sucede que esos ojos encuentran cosas que aceptábamos cuando en realidad no nos gustaban anteriormente y, delicadamente (o no) decidimos no seguir aceptándolas... y creo que por ahí va la cosa... empezar a tomar decisiones que antes no se hubieran tomado y eso conlleva un cambio porque lamentablemente algunas de esas decisiones son dolorosas pero estoy segura que el tiempo demostrará que fueron parte de un cambio para estar mejor y, principalmente, un crecimiento.
El hecho de sentir miedo porque nada te perturbe demuestra que tu sensibilidad, tu humanidad no desaparecieron en absoluto. Al contrario, creo que se agudizaron y me lo demostraste en La Trastienda al haber sido el único que notó que algo pasaba a pesar de ser uno de los que menos me conocen. Así que tené en cuenta eso: el hecho que hayas escrito esta entrada demuestra que no sos insensible, que podés seguir ilusionandote, encontrar miles de detalles en cada cosa. Quizás la diferencia es un cambio en vos que hacen que te cueste identificarte con el "antiguo" Ale; pero ese "Ale" del pasado sigue en vos con muchas experiencias vividas que te ayudan para las nuevas. Se presentó una curva en el camino y todavía no podés ver que hay detrás de esa curva, pero no tengas temor de descubrirlo porque seguramente traiga algo muy bueno