¿Y si el destino, en realidad, es parte de un pasado? ¿Y si las cosas que no entendimos de repente cobran sentido? ¿Y si fuera cierto que nada es suficiente sin tus manos?. Me queda atragantada la pregunta que no te hago, porque ya sé la respuesta; es mirarla en tus ojos desenmascarados. Es teñir el cielo del color de tu pelo y remar sobre olas que transitan tu cuerpo. Es sentirte tan cerca aún teniéndote tan lejos. Y mientras tanto.. vos sin mis besos y yo sin tu abrazo.

Tengo latente el día que te dije hola, que coincidió mi latido con la pupila que se agrandó al mirarte. Pienso en el bloqueo cerebral que me impuse ante la realidad y me doy cuenta que de poco importó, porque tus sueños ya coincidían con los míos, en otro tiempo y bajo otra mirada. Pero bajo el mismo cielo. Ya se desplomaron los futuros fugaces y quedó todo el presente por delante. Te quiero, y el mundo se reduce al minuto en que te encuentro.

Yo no sé si lo que sentimos sabe de eternos, no sé si nos sella un porvenir, no sé si tiene de mágico lo de duradero. Pero es lo único que importa. Saber que al dormir tu abrazo me rodea aunque no tenga, aún, tu cuerpo enrollado en el mío. Creer que la vida carece de sentido si al despertar no hay una vibración en nuestro pecho por sentirnos vivos. Y pensar que, tal vez, no hay nada que pensar.

A veces pienso que he visto demasiadas películas, que la vida no está tan bien guionada, que el resultado suele darse adverso. Pero siempre creo que merece ser contada así, con la coma y el punto que nos haga suspirar en todas dimensiones. Que quizás no se trata de cómo es la vida, sino de cómo la vivimos. Y dejar en nosotros toda esa diferencia. En el gesto que no tuvieron para nosotros, en el beso dado con los ojos abiertos, en la manera de canalizar sensaciones vacías de contenido. Y decir que no, que hay otra manera de sentir. De nacer, a cada paso, en cada momento.

Te quiero, y es fiel esta certeza de no analizarle el contexto. Te quiero por lo que me has hecho, aunque falte un resto para verlo. Te quiero porque la música que recorre la ciudad te nombra hasta el cansancio, hasta el cielo despuntando. Te quiero. Y en cada parte de tu cuerpo, reposa el beso que aún no te he dado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me conmoviste. Que termines bien el finde, un beso grande!

robi pena dijo...

Que bonitas palabras mi amigo, es muy bonito el poder leer tus textos, llenos de tanta dulcura y muy conmovedors como bien dice Jimena!! Te mando un abrazo desde Asturias amigo!!

Perdida y sin brujula dijo...

Alguien te dijo alguna vez...TE QUIERO...en letra grande...y mayúscula....?