Necesito que me necesites, que me extrañes, que me mires, que me abraces. Que este desconsuelo tenga alivio en tus palabras, que no me sienta morir cada vez que te ausentás, que no vuelva a caer en ese pozo del que estaba saliendo. Son tiempos cíclicos, y recuerdo a García Márquez que me lo predijo una y otra vez contándome aquellos cien años de soledad. Soledad, esa palabra que es un fantasma recurrente, que no se exorciza con nada. El dolor de abrir mi alma a quien la mira de reojo. Ese desinterés envuelto en palabras de compañía.

Me duele y lloro una vez más al desencantarme con las personas, pero más que nada es impotencia por saber que yo genero esa manía. Ese estar estoicamente de pie a su lado sin importar nada, porque lo siento, porque me hace bien. Hasta que me destruye, porque siempre quedo con el corazón abierto golpeando una puerta que nunca abre. Y otra vez a cerrarlo, a vendarlo hasta que me quede sin vueltas, a purgar la herida con olvido y resignación.

Hasta que llegue al punto en que no lo intente más, un punto al que le tengo terror. Tengo miedo de cansarme y bajar los brazos, dejar de confiar, de creer y de darme. Darme la espalda definitivamente, como cayendo en una especie de ósmosis con tanto desencuentro. Sentir que mi pecho se queda sin aire y vos allá y yo acá. Y en el medio lo que no fue, lo que nunca es.

Alguna vez me dijo una persona muy importante que también me dejó atrás, que sigo confiando porque todavía estoy esperando a alguien que de todo por mí, que aunque creo que ya todo está perdido, todavía tengo la esperanza de que alguien me demuestre que no es así. Y puede que sea verdad, pero eso va disminuyendo fracaso tras fracaso. Y me odio, me insulto y me siento miserable. Por ser tan estúpido, por ser tan "buena gente", por darme a los demás. Por dejar que me sienta hoy así, terriblemente abandonado. Quizás sea cierto aquel leimotiv psicológico que dice que todo viene desde la infancia, o desde la separación de los padres de uno, quizás -se me ocurre- siento que de chico me abandonaron y lo vengo transportando años internamente. Y busco que alguien se quede conmigo, y nadie se queda. O quien se queda no es quien yo quiero, y entonces me vuelvo a odiar, por ser tan hijo de puta.

Estos momentos de angustia y opresión son los previos a desaparecer de este mundo virtual que me enferma a veces, conozco la sensación y no es la primera vez que elimino el blog, una cuenta de alguna red social e incluso quedo ausente de mails y charlas online. El famoso tragame tierra pero virtualizado. No sé siquiera de qué sirve, porque el problema de fondo sigue siendo el mismo, quedarme siempre en la puerta de la vida de alguien que me importa.

Y vos me importás, te necesito y es una calle de mano única este sentimiento. Porque el amor se toma vacaciones, los abrazos se convierten en rocas indivisibles y tu sonrisa la disfruta alguien más. A mí me quedan tus angustias, tu dolor, tus malos momentos. Quizás si existiera una función mía en esta vida, sería la de darme a los demás, la de estar, la de ayudar. Pero no quiero esa función, no quiero interpretar este papel, no quiero que te lleves mi ilusión. No quiero tener que olvidar.

A dónde llevan estas palabras no lo sé, solo estoy harto de escribirlas, de sentarme en esta silla y escupir frustraciones. Quiero desaparecer otra vez, arrancarme el corazón y ser frío, no haber conocido nunca esa perfecta sensación de que alguien al dormir amanece necesitándote a su lado. Quiero ser otro, me cansé de soñar cuando todos dejan de hacerlo, de trepar muros que levantan adelante mío, de atravesar barreras para conocerte. Me cansé de mendigar que me elijan. Harto de esta demencial realidad de que a los que tratan de hacer las cosas bien los quieran como hermanos y a los que nada les importa como amantes. Nunca voy a entender a este mundo, a las personas ni a mí mismo. Porque somos todos un desastre, no entendemos nada, y es un agujero en el aliento vivir así.

Gracias por las palabras y por el apoyo. Pero esta vez ni gasten su tiempo. Esto es patético. Y es un fiel reflejo de lo que soy. Es patético que llore como un bebé porque alguien no me quiso como me hubiera gustado, es patético que a los casi 30 años viva la vida con la ingenuidad de uno de 10, es patético que las mujeres solo me vean como un buen tipo, es patético que lo escriba acá en público. Realmente es un sincericidio esta página en internet. Y siento tal rechazo ante mí que hasta tiene sentido que me dejen del otro lado de la puerta. Necesito resolver un enigma que lleva mi nombre y apellido, pero no tengo ganas ya, no creo siquiera que lo valga. Me doy lástima.

Mañana o en un rato me sentiré mejor por haber llorado desconsoladamente como un estúpido la hora en que tardé en escribir esto, y probablemente me olvide de todas estas verdades que hoy quedan acá reflejadas. Y hasta puede que vuelva a confiar y dar lo mejor de mi. Pero cada noche cuando el silencio se acueste a mi lado y me deje desnudo ante la realidad, mi alma se va a apagar, la sonrisa perderá su gesto y será una almohada la que contenga las lágrimas que ahora manchan mi buzo. Así es todos los días. Esto es mi vida.

10 comentarios:

Gran Lady. dijo...

No sé si es por la sensibilidad propia de la gripe que tengo, pero lloré a -literalmente- moco tendido.

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

No es patético, es real, como la vida misma. Todos pasamos por lo mismo, sólo que unos lo pueden y saben demostrar y otros se hacen los gallitos, intentando demostrar algo que no son, al menos tú te muestras tal cuál, y eso ya es un buen comienzo.

Quizá, hoy también esté en un día de mierda ( demasiada..), pero aún conservo algo de objetividad para saber, que esto,...también pasará.

Aunque yo tampoco entienda nada, ni de lo que sucede a mi alrededor...ni de lo que me pasa, pero...ya sea por cabezonería, o por lo que sea, al final, sé que la luz siempre acaba saliendo, aunque sea por el sitio, que menos esperamos.

Un abrazo! :)

Border dijo...

Es un estadio de mierda y sdolo debes pasarlo. Es una cagada pero es asi.
Uno podria decirte miles de cosas pero hasta que vos decidas salir de ese entorno que te daña.


Muchas veces lei a muchos decir que no hay que llorar por nadie, y la verdad Si esta bueno llorar por alguien alguna vez, pero que eso no se te haga costumbre.

Abrazo muy grande.

viktoria dijo...

No es tu vida, es LA vida...
Lamentablemente.

Respecto a "¿Nunca te has sentido con ganas de irte, y al mismo tiempo con ganas de quedarte?"

No sé si realmente entendí correctamente la frase (jaja), respondo igual...
Mentiria si digo nunca.
También si digo siempre.
Lo sentí mucho.

Besote.

viktoria dijo...

Me publicó dos veces esta cosa fea (?)
Suprimí arriba.

Anónimo dijo...

Perdoname papafrita, perdoname.

ailu dijo...

''Sentir que mi pecho se queda sin aire y vos allá y yo acá. Y en el medio lo que no fue, lo que nunca es.''

Creo ser mucho, muchísimo más chica que vos, pero siento exactamente lo mismo que escribis, y me encanta como lo haces. Me reflejás mucho, y si no te jode que te lo diga, pienso que sos un hombre muy tierno. Suerte y dale, que nada está perdido.

Anónimo dijo...

Es parte del amor que llevas dentro.
Lo que me conforma algunos días, es pensar que yo lo siento, que algo en mi existe y que puedo ser.
Tantas veces quise tirar todo a la basura, de no entender como es tan difícil entregar los sentimientos.
La histeria de querer eso y no tenerlo.
Capaz sea esa cosa de estar enamorado de la vida, del amor...
Son de esas cosas que tiene que pasar porque si hay algo vivo, es necesario sentirse un idiota.
Pero por algo los sentimientos son así.

Maru dijo...

"It's better to have loved and lost, than never to have loved at all".
No te sientas un idiota al mostrarte como sos, no te conozco, pero parecés un hombre sensible, ojalá muchos hombres siguieran tu ejemplo. Luck.

asiqueque dijo...

ganas de irse y quedarse
maaaaal
tal cual,
tanto tiempo
cómo va