Tengo una tristeza encima... que se hace insoportable. Podría escribir horas y horas en el blog, estoy en esos días en donde no se cómo liberarme de la angustia que llevo dentro. No se ni qué me pasa, más allá de las cosas que sí se que me pasan (trabalenguas que hice, yo me entiendo), pero es como que no hay nada. Ganas, risa, charla, música... no tengo ganas de nada. Hablo con pocas personas y soy un ente, un tipo que dispara monosílabos uno atrás de otro. Las sonrisas se me escapan muy extraña vez, cuando alguien me cuenta algo lindo que le pasó... y con suerte lo logro. Las charlas casi que las evito, porque no tengo ganas de hablar de nada. La música, esa fiel compañera que podía cambiarme el humor, se repite día tras día con las mismas canciones... y no es humor lo que me provocan precisamente.

Es como si hubiese retrocedido 3 años de mi vida, es como sentir nuevamente esa sensación de estar perdido de mi mismo. Podría repostear todas las cosas que escribí en ese tiempo y seguramente reflejarían de un modo casi exacto lo que me pasa hoy. Ni siquiera encuentro el modo de liberar la carga, a veces gritando, cantando fuerte, emborrachándome lograba olvidarme por un rato... ahora nada. No sé ni dónde buscar ese pedacito de tranquilidad en donde no me haga daño a mi mismo.

Veo cualquier peli y lloro, en el momento más inoportuno... veo un capítulo de Lost y en los 10 segundos donde hay una escena triste, lloro. Y lloro. Y sigo igual de angustiado, no se me escapa un suspiro que me devuelva la calma. Es como dar manotazos cuando te estás ahogando, no sirve. Te desespera. Querés dejar todo.

Para colmo no estoy trabajando, que es lo único que obligadamente haría que me despierte cada día y pasar 9 horas distraído. Yo ya no sé para dónde correr, cuánto mas tengo que llorar para estar listo en cuerpo y alma para seguir con mi vida. Una vida que la dejé olvidada en alguna esquina.

No sé, puedo seguir escribiendo más y más y más... y diría lo mismo en cada párrafo. Estoy harto, pero ni siquiera es el hartazgo en donde uno dice basta. Ya no encuentro un solo motivo, uno solo que me devuelva un poquito de mi. Y el tiempo se me pasa, y todo se me pasa... y siento que me despierto con 20 años más encima. Y sin nada con qué estar orgulloso de mi. Y después me pregunto por qué no me quiero...

Ya basta, no puedo vivir más con esta sofocación constante de querer llorar por cualquier estupidez. Me odio por estar así. Quisiera ser el que alguna vez fui... ¿por qué no puedo verme? ¿por qué siento que hago todo mal? ¿por qué perdí el rumbo? ¿por qué no puedo simplemente dejar de pensar?. Y acabo de volver a llorar.

2 comentarios:

Skalipso dijo...

Ale!... Ante tu texto tengo sentimientos encontrados, por un lado es bueno volver a leerte... y por el otro, cuanta angustia nene...
Hay pocas palabras, sino ninguna, para una angustia tan grande. No me queda más, entonces, que mandarte un abrazo gigante desde acá.
Besos =)

maria.antonieta dijo...

Cuanta tristeza! Pero de vez en cuando es bueno sacarla. Cuando me agarran esas semanitas de bajoneo espero ansiosa a que llueva. Me tranquiliza mucho salir descalza a mojarme y gritar bien fuerte como si nadie estuviera escuchando. Gritar cualquier cosa y reir, después me gusta reir de lo loca que soy a veces pero lo bien que me hace serlo. (Si no llueve también es aplicable eh jeje)
Besos! y que todo mejore..