¿Por qué las cosas que antes me llenaban empiezan a desaparecer? ¿Dónde quedaron, quién me las arrebató? ¿Fue un descuido?. Indudablemente el tiempo nos pasa a todos y aunque quiera aferrarme a la idea de que somos los mismos, cambiamos. Pero hay cosas que no deberían cambiar, cosas que se llevan desde dentro, desde chicos. Guiños, complicidades, encuentros. Detalles que están perdidos, que no veo en nadie para conmigo.

Ya no es solo la soledad del amor la que pesa, sino que se trasladó a todos los rincones. Pareciera que ya a nadie le importa. Y como si aún tuviese menos de 20 años, sigo creyendo en cosas que tal vez vaya siendo hora que deje de creer. Aceptar que lo que nunca quise aceptar sea cierto, que las personas crecen y todo se enfoca en cosas más puntuales y menos afectivas. O puede que mi grado de introversión haya generado este presente que no me gusta. Puede que la culpa sea mía.

Porque sigo viendo códigos, charlas, risas... montones de pequeñeces que me hacen falta y de las cuales parezco no estar incluído. No es demasiado ni poco, ni complicado ni simple, tan solo lo que siento. Y ya estoy cansado de luchar contra todo el mundo, porque pareciera que soy el loco que siempre tiene algo por decir. Es como si a nadie le importara nada, como si nadie se planteara absolutamente nada. Y cuando uno lo hace, solo recibe el olvido.

Y yo no quiero que me olviden, asi como no quiero olvidar. No quiero sentir que a nadie le importo, pero tampoco puedo quejarme porque no tendría sentido si luego de hacerlo a alguien le importara. ¿De qué me sirve si sé que solo es una reacción ante un descontento?. Hoy pareciera que todos necesitan el cachetazo que los despierte, y yo creo que no, que no sirve eso. Ni al otro ni a uno.

Porque los sentimientos tienen que fluír sin presiones, sin reclamos, sin "tener que". Y sin embargo el mundo funciona al revés, ya nadie se da cuenta de nada si el otro no grita. Ya nadie está atento. Y tal vez el mundo es así y el que está al revés soy yo, y por eso choco y por eso me duele y por eso me ofusco. Pero lo siento así, y cada día que va pasando me siento más alejado de todo y de todos.