Reíte. Hasta que la panza te duela, pero sin que le duela a los demás. Sin reírte del otro, ni de sus sueños, ni del por qué aquel que no llegás a entender. Reíte hasta que el cansancio de tus mandíbulas te resientan, te dobleguen, no te dejen respirar.

Abrazá al desaire de la angustia y no te preocupes por los agobios, porque no son más que un pensamiento enredado en otros, dejándote ciego ante el nuevo cielo abierto. Y oí el silencio, fiel testigo de tu verdad.

Sin temor a que te miren, sonreí hasta en la mañana más fría de invierno en medio del colectivo. Por aquella anécdota, por un chiste repentino, por la risa del otro envolviendo contagios. Reíte hasta el punto en que vos mismo sientas el pecho abrirse, los sentidos distenderse, la mirada persuadirse. Hasta que el último de tus quizás se convierta en un hecho.

Y no te preocupes si un día estás serio e inmutable. Porque el que se ríe de todo no sabe de espontaneidad. De la frescura que te envuelve cuando ella te dice gracias con sus ojos despiertos y su lengua enamorada.

Reíte. Porque reírte no implica no tomarte la vida en serio, ni saber darle sentido, ni entender de realidades. Reírte es tener todo eso claro y por tanto no poder evitar sacarle un guiño a un problema. Porque sabés, que aunque te selles la boca, esa realidad no va a cambiar.

Digan lo que digan, no quedan dudas. Si su sonrisa llena los rincones, es que hay vida. Es que las cosas toman el color de su voz. Es que vos no podés dejar de contemplarla.

Reíte. Aunque sea tan sólo para provocarle una sonrisa.

4 comentarios:

valeria dijo...

Precioso Ale.

Noa dijo...

Me pregunto como te irá todo Ale. Hace mucho que no nos hablamos por e-mails.
¿La chica de la foto es quién vive contigo?. Tiene una sonrisa muy blanca :D.
Un besito. <3

Nomadaf dijo...

"Si su sonrisa llena los rincones, es que hay vida."

Que lindo esto Ale :D

Para copiarlo!

Val dijo...

La risa es el mejor remedio. Y a veces el único.