Enamorarse puede teñir de azul celeste hasta el más inanimado día, descolgar las caretas tristes y enlazarlas a una aurora de corazones sonrientes. Tal vez acaso enhebrar con júbilo tu lengua encandilada. Porque el beso repentino despantana soledades, revoluciona nuestras comidas y el reloj biológico da siempre la hora en que tu desnudez es iluminada por la Luna.

Si faltaran las palabras te tomaría de la muñeca, los codos o la parte que dejes de tu cuerpo para sigilosamente escabullirme entre el espacio que deja tu ropa y tu piel. Para desconcertar la inocencia y cubrirnos de desfachatez. Total en tu pelo se lavan los pecados y en tu boca se vuelve a renacer. Sin razones, sin dudas, sin por qués.

Quedate, quedate de este lado que el frío no se siente y la lluvia ya se fue. Quedate que por un rato las malas noticias se desdibujan, los chicos no pasan hambre y los políticos no mienten. Quedate que con vos el mundo puede cambiar en un suspiro, en un relámpago de tu vientre o en mis manos moldeando tu comisura deshilachada en tu piel.

Julio se reparte entre vos y las obligaciones, entre tus besos y la escarcha sobre mi boca, entre tus pasos y el tic tac del reloj que anuncia que ya te vas. Y entre tanta inconciencia se amanece entre tus piernas, para dar lugar a la incredulidad de este momento, de que vos te hayas fijado en mí, de que no te des cuenta lo completo que puedo estar.

Dejando relegados los labios de otras bocas, porque no tiene sentido besarlos. No tienen principio ni fin, son indefinidos. Insensatos. Abstractos. Insolubles si tu labial no condiciona el momento, si tu carne no hace mella en mis poros, si tu sed no se condice con la mía.

Y entre tanta oferta por las calles, uno agradece convencido el decir que no y aferrarse a esa luz que titila solo si la miramos. Solo si dejamos que nos envuelva. Solo si sabemos reconocerla entre las demás. Porque al hacerlo reconocemos también una parte de nosotros, ignorada, olvidada, puesta en desuso. Cotejando en ese mismo instante que de tus ojos se desprende futuro, certeza, felicidad.

5 comentarios:

eMiLiA dijo...

Adorable.

Un gusto leerte.

:)

Saludos!

Val dijo...

No es hermoso el amor? Ayy... me robaste algunas sonrisas Ale querido. Qué bien que lo sabés decir.
Qué hermoso refugio, aunque sea por un rato.

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

"Quedate que con vos el mundo puede cambiar en un suspiro (..)"

y todo sería diferente....:)

ces dijo...

Dicen que si cambia tu mirada cambia el mundo.
No conozco un mundo mas hermoso, que el que ven los ojos de un enamorado.

Un abrazo! ^_^

valeria dijo...

Excelente Ale! me dejaste fascinada y sin palabras ♥