No me equivoqué cuando tuve aquel deja vú...







A veces creo que las personas que sienten menos las cosas, que las viven con menos intensidad, que las observan fríamente... terminan siendo más felices que los que no. Porque los otros nos quedamos con el corazón abierto como una flor para que nadie se atreva a tomarlo, y así seguimos pasando el tiempo, marchitando ilusiones que de vez en cuando vuelven a nacer. Está en nosotros ser así, no lo manejamos. Y aunque a veces quisiera que la frialdad se apoderara de mis sentimientos y ver todo de una manera más objetiva, lo cierto es que sería mentirme. Y por eso estoy condenado.

Condenado a quedarme a mitad de camino, a dejar promesas sin cumplir, a olvidarme de aquella ilusión repentina. Condenado a seguir queriendo ser parte de algo que jamás existió. Condenado, y sin fecha de vencimiento.

Pero si de casualidad crees que esa muralla va a hacer que cambie lo que siento, te estarás mintiendo vos también. Y aunque los platos rotos los tenga que pagar mi corazón, sé que lo poco que duró lo valió. Con solo haber podido cambiarte el olor de una mañana, el instante de una tristeza, el minuto de un atardecer solitario... habrá valido la pena. Porque lo poco o mucho que se mantuvo la vida mirándome con ojos brillosos, no me lo olvido. No me olvido de las risas inconscientes en mi cara, no me olvido de tus palabras haciendome invencible. Ni me olvido de saberte consolada en días inconsolables, de acercarte aunque sea un poquito de todo lo que quiero darte.

Y será otra vez la tristeza la que se apodere de mi presente, y será otra vez las ganas de que alguien se acuerde de mi al despertar. Y será otra vez el insomnio de tus ojos retumbando en mi cabeza, y será otra vez que la vida se irá por la puerta de atrás.

Lo que no volverá a ser es tu magia envolviendo mi esperanza, porque la esperanza es un tanto absurda cuando se basa en la nada. Lo que sí quisiera es que un día dejes caer tu perfecta seguridad, tu perfecta invulnerabilidad, y permitir que alguien la traspase, te inquiete, te sorprenda, te deje con más dudas que certezas. Logre lo que yo no pude. Porque ese día el mundo de los poetas se volverá a quedar sin su musa, y todo, absolutamente todo volverá a tener sentido. Aunque vos y yo ya no lo tengamos. Aunque nunca lo hayamos tenido.

11 comentarios:

Laura dijo...

Yo también pienso que las personas despreocupadas, que hacen lo que quieren en cada momento, que no se dejan llevar por sus sentimientos, son más felices. A mí me gustaría ser más fría.
Besos.

Mery dijo...

Yo era así (era más así), de amurallarme, de no escucharme, de esconderme, de ver fríamente las cosas, pero me di cuenta de que así no funciona la cosa. Sigo siendo un poco así, pero el que vive así no vive. Yo al menos no vivía. Me asfixiaba dentro de tanta fortaleza de cartón y ni siquiera me daba cuenta.

Duele vivir, siempre, pero a veces el dolor es necesario precisamente para recordarnos que estamos vivos.

Gracias por pasar por mi blog, y aunque no estés para darme ánimos, el estar ya me anima. Porque sé que no soy la única.

Luna dijo...

No estoy de acuerdo con tu teoría.Las personas que sienten menos viven la vida menos intensamente, a media máquina. Nada es más mportante que sentir, nada es más valioso. Por eso vos valés lo que valés.
Besos

ccccc dijo...

No pienso eso Ale. Yo prefiero jugarmela, siempre, aunque salga mal doy todo de mi y si despues no se da...y bueno, no tenia que ser.

Miriam dijo...

Muchas veces he pensado lo mismo que tu Ale. Pero uno debería nacer de nuevo, no hay caso. Y es cierto que aunque duela, yo prefiero vivir todo a fondo... luego hay tiempo para reconstruirse y el que se lo pierde es el otro.
Besos

Abril Lech dijo...

Qué increíble, parece que lo hubiera escrito yo misma. También me he cruzado con seres así, será que quienes vivimos la vida en forma apasionadamente y con una entrega total nos encontramos con seres tibios que se atreven "hasta ahí"?

celestecielo dijo...

Pienso en como seria Celes sin sentir. Y la respuesta no me sorprende, pero me espanta, pues si yo pasara de largo por los días sin vivirlos al máximo, sin involucrarme, sin dar y moldearme [sin ponerles sentimiento]… no habría yo.
Puedo decir que está en mi esencia sentir, si me alejara de los sentimientos provocaría mi ausencia.

Creo que la vida tiene sentido. Y justamente para poder revelar la inmensidad de vivir hay que sentir, hay que animarse a sentir.

En estos tiempos este tema me interesa muchísimo, y pienso mucho en el sentido de las cosas, pienso en como quiero vivir mi vida, pienso que también esta en mi darle sentido… es un tema grandísimo, pero siento que es esencial que lo reflexionemos.

Un saludo ^-^

Perséfone dijo...

Los finales siempre nos dejan este gusto amargo, este gusto a penuria...
Mas creo que no hay nadie lo suficientemente frio como para pasar la vida sin sentirla, si fuese así sería lamentable pues sería como no haber existido...

Abrazos!

Jaki dijo...

Debo decir primero que me encanta la musica que has subidos con este archivo de hoy.
No concreto algo justo para opinar, mis días, con sus minutos inconstantes, se basan en que la felicidad no la puedo medir, y si algun día alguien se toma el trabajo de hacerlo por mí, probablemente se equivoque u omita algo que no considero importante. Por lo tanto, me arriesgo a seguir como soy, a herirme, curarme y volverme a herir, quizas en algun momento determinante, haga el balance general y termine descubriendo que en realidad fui más feliz de lo que creí.
Besos Ale. Nos estaremos leyendo.

Julia dijo...

Hoola Ale

No, nunca dejes que una ráfaga gélida se apodere de tus sentimientos. Renunciarías a tu esencia, a tu ser. Tu corazón abierto, es libre aunque sufra. La vida, el amor... como dices... con sólo un instante... siempre habrá merecido la pena.

Yo nunca renunciaré a sentir como siento. Es ahora, mientras leo tus palabras, una y otra vez... la música... se remueve todo mi interior, un pellizco aprieta mi alma.

Hay historias, momentos e instantes, diminutos instantes en el tiempo, que se instalan en nuestra alma. Se guardan como un bello tesoro en el baúl de nuestra memoria.

Porque efímero será el tiempo, que no tus sentimientos que perduran.

No, no dejes que la tristeza se apodere de tu presente. Alguien se acordará de tí al despertar.

Desde la otra orilla. Besos de lluvia fina.

Quijo dijo...

Creo que las personas más racionales y frías son las que, en el fondo, tienen más miedo a vivir, aunque parezca lo contrario...pero cuando uno no se atreve a "tirarse a la piscina", a dejarse llevar, a dejar el corazón y el alma en cada cosa que hace...¿está vivo?
* Aún así también pienso que ser frío es más fácil para este mundo.